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Lula vuelve a la presidencia de Brasil

  • Foto del escritor: Kapital Analytics
    Kapital Analytics
  • 31 oct 2022
  • 3 Min. de lectura

El Tribunal Supremo Electoral de Brasil ha declarado al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva como el próximo presidente del país, con el 50.9% de los votos del domingo para el líder izquierdista de larga data, en comparación con el 49.1% del titular de derecha Jair Bolsonaro. Fue un resultado predecible pero ajustado, con Lula ganando la primera ronda de una elección hace más de un mes, apostando por un retorno a un mayor gasto social debido a la inflación desenfrenada. En la campaña electoral, Lula se posicionó como un candidato a favor de la democracia al prometer reconstruir los lazos con las instituciones gubernamentales, al tiempo que ponía fin a los crecientes niveles de pobreza y atraía a los inversores extranjeros para reindustrializar la economía.













Contexto: En el primer mandato de Lula a partir de 2003, la economía de Brasil creció rápidamente, principalmente debido a una lucrativa asociación comercial con China. El nuevo flujo de efectivo se utilizó para financiar un nuevo programa de bienestar social llamado Bolsa Familia destinado a ayudar a millones de personas a escapar del ciclo de la pobreza, mientras que se aprobaron otras reformas, como el aumento del salario mínimo. Al final de su segundo mandato, el PIB de Brasil era el más alto de su historia y el índice de aprobación de Lula se disparó al 83%.


La compañera del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, fue elegida sucesora en 2009, pero nunca demostró ser tan popular como Lula. Al principio de su administración, la demanda mundial de materias primas cayó desde sus picos, lo que resultó en una recesión en Brasil y críticas sobre cómo manejó la economía. También enfrentó acusaciones de corrupción conocidas como "Operación Lava Jato", que finalmente le costó a Rousseff su trabajo y envió a Lula a la cárcel, y le prohibió participar en las elecciones de 2018 que llevaron al poder al militar retirado Bolsonaro.


El programa de Lula da Silva, apunta a aumentar el gasto social, la inversión pública y la participación estatal en las empresas públicas. Ello se financiaría a través de mayores impuestos y la optimización en la recaudación fiscal actual.


Cabe mencionar que luego de la primera vuelta y elecciones legislativas del 2 de octubre pasado, el congreso resultó significativamente fragmentado; ninguna coalición tiene mayoría en ambas cámaras. Además, destaca el avance de la coalición de derecha, que desde las elecciones anteriores aumentó en un 12% sus escaños en el senado. Lo anterior, impide que el presidente pueda llevar a cabo proyectos radicales, lo que hace prever que primará la moderación y negociación. No se espera que Lula anuncie su equipo económico inmediatamente. No obstante, de nombrar un ministro de finanzas con un perfil más político, lo acompañaría de un comité de economistas de carácter técnico.


El resultado de la elección despeja incertidumbre y baja presión al mercado. Sin embargo, esto ya se habría internalizado luego de las elecciones de primera vuelta y legislativas esto ya se observó (el Bovespa ha subido casi 4% en moneda local y el real se apreció alrededor de 2% desde entonces). Hacia el futuro, aún existen factores claves que generarán cierta incertidumbre como i) la composición del equipo económico, ii) una eventual propuesta para modificar la regla del gasto fiscal (“Techo de gasto”) y iii) el compromiso del próximo gobierno con mantener la sostenibilidad fiscal.


Entre lo que destaca de esta elección están, que, a la mañana del día siguiente de las elecciones, Bolsonaro aún no se pronuncia y, aunque el discurso de Lula fue conciliador, lo leyó, algo inusual en este experimentado político y que refleja lo tensionado del ambiente electoral.

 
 
 

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