El PMI de la eurozona alimenta expectativas para una contracción del PIB
- Kapital Analytics
- 22 sept 2023
- 2 Min. de lectura
El PMI subió ligeramente de 46.7 a 47.1 en septiembre. Esto es mejor de lo esperado, pero no alivia las preocupaciones sobre una posible contracción del PIB en la segunda mitad del año.
Para ser justos, los PMI son cada vez más difíciles de leer en este momento. El ligero repunte del mes pasado pone fin a una racha de cuatro descensos consecutivos en el PMI compuesto, pero sigue firmemente en territorio de contracción. Si bien es mejor de lo que esperaban los analistas, el panorama general sigue siendo bastante sombrío en cuanto al crecimiento económico y se suma a las preocupaciones de contracción. Aún así, al menos el PMI de hoy indica que el deterioro de las condiciones se ha detenido por el momento.
Quizás esa sea la visión del vaso medio lleno porque el panorama subyacente que pinta el PMI está lejos de ser positivo. La caída de la demanda está empeorando a medida que los nuevos pedidos cayeron al ritmo más rápido desde finales de 2020. El sector manufacturero ha tenido malos resultados durante bastante tiempo, pero el hecho de que los servicios sean el principal contribuyente a la caída de los nuevos pedidos muestra que el debilitamiento de la demanda en la eurozona está adquiriendo una base más amplia.
Las empresas todavía están trabajando con pedidos antiguos en este momento, lo que mantiene la producción razonable en este momento. Aún así, eso sugiere una perspectiva más débil para los próximos meses. Mientras la contratación se desacelera a paso de tortuga, persisten las preocupaciones sobre la actividad en los próximos meses.
El panorama de la inflación también se está complicando. El aumento de los precios del petróleo y el alto crecimiento de los salarios han provocado que los precios de los insumos vuelvan a aumentar, lo que ocurre principalmente en el sector de servicios. En el sector manufacturero, los precios de los insumos se han vuelto deflacionarios. Aún así, el aumento de los costos del sector de servicios no ha resultado en una inflación acelerada de los precios de venta. La demanda más débil está provocando una desaceleración de los precios de venta de los servicios y una caída absoluta de los precios de las manufacturas. Música para los oídos del Banco Central Europeo, sin duda.
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