Malos datos del empleo pesan esta semana.

El S&P 500 y el Dow terminaron en máximos históricos de cierre el viernes, ya que una inesperada desaceleración en el crecimiento mensual del empleo alivió las preocupaciones sobre la inflación y alimentó las apuestas de que la Reserva Federal de EE.UU. seguiría siendo acomodaticia durante más tiempo.

Dado que los últimos informes económicos muestran que la economía estadounidense no se está recuperando al ritmo explosivo previsto anteriormente, las cifras de inflación de esta semana y los comentarios de los funcionarios de la Reserva Federal podrían marcar el próximo rumbo de la renta variable estadounidense.

La temporada de resultados está en su recta final, ya que cerca del 87,2% de las 439 empresas del S&P 500 han superado las estimaciones de beneficios, según datos de Refinitiv. Los analistas esperan que los beneficios globales del primer trimestre aumenten un 50,4% respecto a los de hace un año, su mayor tasa de crecimiento desde 2010.

Los datos de inflación son el factor clave de esta semana, en la que se publican IPC y precios de producción en EEUU (miércoles y jueves) y el IPC de la Eurozona (menos relevante dado que ya tuvimos las cifras preliminares). Además, los datos de confianza de los consumidores y de ventas minoristas del viernes en EEUU nos darán una idea de la solidez de la recuperación, después de la decepción de los datos de empleo del viernes. En China, mañana se publican también los datos de IPC y precios de producción, aunque en la región sin duda la clave seguirá siendo la evolución del coronavirus. Hay además 8 miembros de la Fed que hablan esta semana (martes y miércoles).

Por otro lado, el presidente Joe Biden apoyó el miércoles la renuncia a los derechos de propiedad intelectual de las vacunas COVID-19, cediendo a la creciente presión de los legisladores demócratas y de más de 100 países, pero enfadando a las empresas farmacéuticas.

Los equipos de las Grandes Ligas de Béisbol de Nueva York, los Yankees y los Mets, darán entradas gratuitas a los aficionados que se vacunen contra el coronavirus en sus estadios antes de los partidos, dijo el miércoles el gobernador Andrew Cuomo.

Ante el descenso de la demanda de la vacuna COVID-19 en Estados Unidos, algunos canadienses que se enfrentan a los bloqueos de la tercera ola están volando hacia el sur para vacunarse, quizás meses antes de lo que podrían hacerlo en su país.